Hablando acerca de las fiestas que se acercan en honor a la Virgen de Guadalupe y navidad, debo incluir el tema de las fiestas del pueblo, los fandangos.
El fandango junto con el huapango son representaciones vivas de toda una tradición y costumbre que se ha heredado de generación en generación en la gente veracruzana.
Todo empieza cuando se juntan los jaraneros y en una combinación de ritmo, son y alegría llaman a la población a la fiesta, ya sea en honor a un santo patrono, o por simple hecho de querer divertirse. Debo decir que la jarana, el arpa y la tarima son ejecutados por los jaraneros hasta que la fiesta termine, o se escuche el grito “una”.
Como el son jarocho es producto de la combinación de tres culturas: raza negra o esclava de la Nueva España, los indígenas autóctonos de la región y los españoles que conquistaron nuestro territorio; entonces la vestimenta de las personas que asisten a esta fiesta es con la influencia del mestizaje que se dio desde hace mucho tiempo atrás.
Cuando las mujeres suben a la tarima a ejecutar sus mejores zapateados, lo hacen tomando con las manos sus faldas e incluyendo cadenciosos movimientos en los denominados “sones de montón”. Aunque el son es producto de la costumbre y no existe una estipulación para bailarlo, existen reglas que se han acatado por mucho tiempo como son:
- Las mujeres bailan con faldas largas que les permitan moverse
- No se puede entrar a relevar mientras esté la versada, solo se puede cuando la música lo indica
- Se respeta a la persona que es mayor en edad) al momento de ejecutar un son de montón, ya que de quien será la guía en los pasos.
- Para subir a la tarima y quitar o relevar a una pareja se debe tocar el hombro de esta, y la persona por consiguiente saldrá de la tarima dejando el lugar a quien lo requirió.
- Los jaraneros paran la música cuando alguien de los presentes grite “una”.
Es muy interesante conocer sobre las tradiciones del país donde vivimos, en lo particular cada vez que asisto a un fandango o escucho a los jaraneros tocar el son que tanto me gusta disfruto demasiado el ser partícipe de la preservación de nuestras tradiciones veracruzanas.
Aquí les dejo la foto de mi amigo Abel quien desde muy pequeño aprendió el arte de la música tradicional y a sus 15 años ha realizado importantes eventos en mi ciudad Nanchital para hacer renacer el son jarocho en la gente.
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